Era el primer día de haber llegado a Phnom Penh... salimos a "dar una vuelta" y buscar el Palacio Real... estaba cerrado... dimos vueltas, tomamos fotos, conversamos con aquellos que parecían padecer de insomnio, o huían del calor de sus hogares.
Mientras existan personas que deambulan por las calles, podrán observarse vendedores ambulantes... Esta era la realidad de estas dos niñas... esperaban a que culmine la jornada laboral de sus madres.
Ante mí aparecieron jugando, gritando y bailando... les tomo la primera foto y deciden hacer de modelos... ellas escogían el lugar, la luz, la posición... yo me limitaba a "disparar". El mérito es todo de ellas.
qué bella sonrisa
ResponderEliminarHermosa foto! Sobre todo por el original punto de vista.
ResponderEliminarUn abrazo
esta foto me encanta...en-can-ta...
ResponderEliminarcuanta esperanza, vida, sentido puede haber en la sonrisa de un niño!!!
gracias por compartir!!!